El Turismo Regenerativo como Puente entre Culturas y Naturaleza

Desde 1992, el mundo se une cada año para conmemorar el ‘Día Internacional de los Pueblos Indígenas’, una fecha proclamada por Naciones Unidas que en esta ocasión nos invita a reflexionar bajo el lema: “No dejar a nadie atrás: los pueblos indígenas y el llamado a un nuevo contrato social”. Esta jornada no solo nos exhorta a reconocer las injusticias y violencias históricas sufridas por los pueblos indígenas, sino también a celebrar su resiliencia, sus luchas incansables y su inestimable contribución a la descolonización de nuestras naciones en Latinoamérica.

El concepto de un “nuevo contrato social” propuesto por Naciones Unidas es un llamado a reimaginar nuestras sociedades. Se trata de un acuerdo no escrito que fomenta la cooperación para el bien común, un pacto que, históricamente, ha sido dominado por las voces más poderosas. Hoy, sin embargo, la humanidad avanza hacia la inclusión y la equidad, buscando enmendar los errores del pasado y generar acciones de reparación desde los escenarios tanto políticos, sociales como económicos.

En México, los pueblos indígenas enfrentan desafíos que resuenan con fuerza. De los numerosos grupos indígenas que enriquecen nuestra nación, muchos se encuentran en riesgo de exterminio físico y cultural, víctimas de intereses económicos voraces y de la migración. Estas comunidades, a menudo discriminadas y desprotegidas, soportan políticas que no respetan ni reconocen adecuadamente sus derechos y mucho menos su autonomía.

El llamado a un nuevo contrato social en México nos insta a redefinir la relación del Estado con los pueblos indígenas, reconociendo las violencias históricas desde la colonización y cómo la desprotección estatal ha intensificado los conflictos en sus territorios. Es crucial reconocer su derecho a la autonomía, a la consulta previa, y garantizar el respeto y apoyo para el ejercicio de su gobierno propio, valorando sus conocimientos y prácticas ancestrales como una brújula hacia un desarrollo verdaderamente sustentable.

En este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, se invita a la sociedad a reflexionar profundamente sobre la desigualdad y la violencia que enfrentan estas comunidades. El camino hacia la paz y la justicia pasa por el reconocimiento y rechazo de estas violencias y el avance hacia un nuevo compromiso que promueva la no repetición y la protección de sus derechos y culturas.

En este contexto, el turismo regenerativo emerge como una herramienta poderosa para el desarrollo económico y cultural de los pueblos indígenas. Más allá de la simple sustentabilidad, el turismo regenerativo se enfoca en revitalizar y recuperar los ecosistemas y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. Hoy, promover el turismo significa valorar y preservar nuestra diversidad cultural y natural, permitiendo a las comunidades indígenas participar activamente en el diseño y gestión de proyectos turísticos que respeten y enriquezcan sus tradiciones y conocimientos ancestrales.

Fomentar un turismo que no solo minimice el impacto ambiental, sino que también contribuya a la restauración de los ecosistemas y al fortalecimiento de las culturas, puede ser clave para construir una sociedad más equitativa y respetuosa de sus raíces.

Al integrar el turismo regenerativo en la agenda de desarrollo, México puede asegurar que las comunidades indígenas sean beneficiarias, pero también líderes en la conservación de su patrimonio y en el desarrollo económico. Este enfoque fortalece el tejido social, impulsa la economía local y contribuye a la sustentabilidad a largo plazo de los territorios indígenas.

En La Mano del Mono, no solo promovemos el turismo sustentable, sino que vamos más allá, integrando principios regenerativos que buscan restaurar y revitalizar tanto los ecosistemas como el bienestar de las comunidades locales. A través de la implementación de nuestro Modelo Market Ready Tourism, fomentamos proyectos turísticos que respetan y celebran la biodiversidad y las tradiciones culturales de México y Latinoamérica.

Para nosotros, el turismo es un acto de regeneración, donde cada visitante contribuye al bienestar de nuestras áreas naturales y de las personas que las habitan. Este compromiso profundo es nuestra manera de construir un futuro en el que el respeto por la naturaleza y las culturas sea el eje central del desarrollo.