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Hoy es Mañana

El pasado 18 de septiembre, a las 4:00 p.m., se celebró en la Red Manos Locales un evento inspirador titulado “Hoy es Mañana: Impactos Reales del Turismo en Medios de Vida Locales”, un espacio diseñado para reflexionar sobre cómo el turismo puede influir en la vida de las comunidades locales, ya sea como una herramienta transformadora o, si no se gestiona con cuidado, como una fuente de problemas. El encuentro reunió voces diversas, desde líderes comunitarios hasta académicos, todos compartiendo un mismo objetivo: descubrir el potencial del turismo regenerativo como una fuerza de cambio positivo.

Impactos Reales del Turismo en Medios de Vida Locales

La jornada fue inaugurada por Alejo Heymo, coordinador de operaciones de La Mano del Mano (LMDM), quien ofreció una visión clara y contundente sobre las implicaciones del turismo en los medios de vida locales. Con una mirada profunda, Alejo destacó que el turismo, aunque puede convertirse en un motor de desarrollo económico para las comunidades, también puede traer consigo serios riesgos. Advirtió que, si no se tiene en cuenta la realidad local, el turismo puede ampliar las brechas sociales, desgastar las culturas autóctonas y consumir los recursos naturales vitales. Sin embargo, subrayó que con un enfoque respetuoso y consciente, el turismo tiene el poder de generar oportunidades sostenibles, preservar el patrimonio cultural y fortalecer las comunidades desde dentro. Su intervención marcó el tono reflexivo del evento, sentando las bases para las voces que continuarían profundizando en las interacciones entre el turismo y las comunidades.

A continuación, Ati Dumizay, representante de la comunidad indígena Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, compartió un emotivo testimonio sobre la lucha de su pueblo por preservar su identidad cultural frente a las crecientes presiones del turismo. Ati resaltó la importancia de proteger los conocimientos ancestrales, los cuales son el corazón de su cultura. Explicó cómo han trazado límites en sus territorios sagrados, restringiendo el acceso a turistas, no solo para proteger el espacio físico, sino también para resguardar la esencia espiritual de sus rituales y costumbres. Para los Arhuacos, el turismo regenerativo ha sido clave, ya que ha permitido generar ingresos sin comprometer su integridad cultural ni los frágiles ecosistemas de la Sierra. Ati invitó a los visitantes a ser partícipes de un intercambio respetuoso y educativo, donde se valore y respete la relación sagrada que su pueblo mantiene con la tierra.

Desde una perspectiva académica, Rebeca Mejía, de la Universidad Autónoma de Querétaro, enfatizó la importancia de incluir a las comunidades locales en la creación de modelos turísticos regenerativos. Para Mejía, el turismo solo puede generar un impacto positivo cuando se diseña de manera inclusiva, permitiendo que las voces de las comunidades sean escuchadas y respetadas desde el inicio del proceso. El turismo regenerativo debe atender las realidades económicas, culturales y ambientales de las personas que habitan el territorio, y para ello es esencial que estas participen activamente en la planificación y ejecución de los proyectos turísticos.

El cierre estuvo a cargo de Alexander Gómez, defensor de los derechos indígenas y rurales en Colombia, quien habló apasionadamente sobre la necesidad de un enfoque ecocéntrico y biocéntrico en el turismo. Gómez subrayó la interdependencia entre los seres humanos y la naturaleza, y la importancia de valorar los conocimientos indígenas como una herramienta esencial para entender y proteger la biodiversidad. Recalcó que la soberanía alimentaria y el respeto a los ciclos naturales deben ser pilares fundamentales de cualquier modelo turístico que aspire a regenerar el planeta. En sus palabras finales, “Sin agua no hay vida”, encapsuló la urgencia de proteger los recursos vitales, como el agua, para garantizar un futuro sostenible.

El evento dejó un mensaje claro y esperanzador: el turismo puede ser una fuerza transformadora cuando se construye con respeto, inclusión y un compromiso genuino hacia las comunidades y su entorno. A través de un enfoque regenerativo, es posible tejer puentes entre culturas y proteger tanto a las personas como a la naturaleza, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de un mundo más justo y equilibrado.

Agradecemos profundamente a nuestros invitados de Ati Dumizay, a la maestra Rebeca Mejia de la Universidad de Querétaro y Alexander Gómez defensor de derechos humanos indígenas y rurales de Latinoamérica por este espacio tan enriquecedor que mostró las verdaderas realidades del turismo y el cómo regenerar nuestra relación con la naturaleza.  

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