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La voz local de Tequisquiapan, Pueblo Mágico de Querétaro

El Programa de Pueblos Mágicos fue creado en 2001 por la Secretaría de Turismo (Sectur) en México, su objetivo es fomentar el desarrollo sustentable en las localidades con atributos singulares a lo largo del país, así como atraer economía y una nueva fuente de empleos al interior de la república, diferente a la oferta de destinos de sol y playa. 

Aunque México es reconocido a nivel mundial por sus bellas playas y su ambiente, lo que busca este programa es también que el turista visite el resto del país y conozca los atractivos que no son tan conocidos. Por otra parte, para ser denominado Pueblo Mágico se necesita cumplir con ciertos requisitos; por ejemplo: tener atributos culturales, naturales e históricos, así como ser sitios que preservan sus tradiciones y se identifique su singularidad como destino.

De acuerdo con la Sectur, se ha demostrado que el programa ha sido un éxito en ciertos lugares, ha traído lo que se prometía en un inicio y actualmente es un plan exitoso. Sin embargo, no en todos los pueblos esta modalidad ha sido atractiva para los habitantes, pues en muchos de estos, a lo largo de los años, se han visto cambios negativos como  la precariedad social, desigualdad económica y poco desarrollo local (Enríquez y Vargas, 2021). En este contexto, a través de este artículo se comparte acerca de la situación del Pueblo Mágico de Tequisquiapan, lugar que en los últimos años se ha posicionado en el mercado del turismo extranjero y nacional, pero que tiene áreas de oportunidad para trabajar al tomar en cuenta lo que perciben las personas del lugar.

Contexto de Tequisquiapan 

Tequisquiapan, cuyo nombre viene del náhuatl y significa “lugar de aguas y tequesquites”, es un municipio de la región semidesierto del estado de Querétaro. Fue nombrado Pueblo Mágico en 2012 por sus atractivos culturales, tal como sus artesanías que consisten en cestería, bordados y trabajos con piel. De igual manera, es reconocido gracias a sus eventos culturales a lo largo del año, siendo uno de los principales la Feria del Queso y el Vino, que desde hace 44 años atrae a turistas y locales para disfrutar de eventos en vivo y lo más importante, degustar de los quesos y vinos que se producen en el estado.

Aunada a lo anterior, en el siglo pasado era reconocido por sus aguas termales, a las que les debe su nombre y eran orgullo de los tequisquiapenses, así como el limpio río que cruzaba por el pueblo; de eso ya queda poco, pues debido a la contaminación en las últimas décadas, la belleza de este atractivo desapareció, aunque es importante mencionar que existen agentes de cambio que están trabajando para su revitalización y rescate. 

A pesar de los impactos que se han generado en el destino, Tequisquiapan sigue siendo un sitio muy frecuentado por miles de turistas al año, quienes buscan las maravillas que el nombramiento de este pueblo les promete. Pero, ¿qué opinan los locales? Las personas que viven en el lugar no parecen tener la misma opinión acerca de los cambios que ocurren en su entorno.

Acercamiento a los cambios socio-culturales en Tequisquiapan

Para efectos de este artículo se realizó una serie de entrevistas semiestructuradas a algunos pobladores, así como a prestadores de servicio con el fin de entender cómo ha cambiado Tequisquiapan según su perspectiva y a partir del nombramiento como Pueblo Mágico. En este contexto, los entrevistados coincidieron en que la cultura es una parte importante del pueblo, y que es fundamental preservarla para poder mantener lo “mágico” del lugar. Entre los rasgos culturales que más aprecian es la preservación de sus fiestas patronales, pues en estas se ve la verdadera esencia del sitio, además, se festeja con danzas tradicionales y la convivencia entre los pobladores.

Con los años, varias personas coinciden en que han ido acoplando algunas tradiciones propias de otros sitios debido a la llegada de turistas y migrantes, quienes a sus ojos cambian el ambiente y cultura del municipio. Un ejemplo que mencionaba una de las entrevistadas era la adaptación del Día de Muertos para ser más vistosa para el público exterior, trayendo concursos de disfraces y caravanas que, ella menciona, antes no se veían en esta importante fecha.

Cabe resaltar que para la mayoría de entrevistados a pesar de estos cambios Tequisquiapan tiene bien arraigada su cultura y abrazan sus tradiciones, pues no quieren perder lo que los representa. Para ellos es un motivo de orgullo que los turistas busquen a este Pueblo Mágico por su belleza y tranquilidad, y en su mayoría simpatizan con la idea de que el municipio sea conocido por estas cualidades. Sin embargo, estas mismas características que atraen a turistas, también atraen migración a la región y a la manera de ver de los tequisquiapenses, esta actividad termina con la paz del pueblo.

A pesar de simpatizar con los turistas, no lo hacen con los migrantes, ya que alteran la manera de vivir y ellos notan consecuencias negativas a la llegada de ellos como la subida en los actos delictivos y la inseguridad. Mencionan que estos efectos se empezaron a notar cuando aumentó la población foránea y sobre todo mencionan los entrevistados de mayor edad que preferían cuando el pueblo tenía menos foráneos. Además de esto, algunos mencionan que el nombramiento de Pueblo Mágico había encarecido la vida en el municipio, pues adquirir una vivienda actualmente cuesta mucho más que en décadas pasadas para la población local, dejando así el paso libre a personas con mayor capacidad económica, lo que a largo plazo lleva al desplazamiento de la comunidad local.

Para los entrevistados no todo es malo; los prestadores de servicio que se encuentran involucrados con el ámbito turístico (sector hotelero, restaurantero, entre otros) ven una ventaja con el nombramiento de Pueblo Mágico, ya que el beneficio económico que supone esta denominación es notorio. Aquellos prestadores que tenían más de 12 años en servicio percibieron paulatinamente la diferencia en el afluente de turistas en sus negocios cuando se recibió dicha distinción . Los que tenían menos de ese tiempo en servicio igualmente observan que es una ventaja encontrarse en un Pueblo Mágico, sobre todo aquellos que se localizan cerca del centro del pueblo que es donde se concentra la mayoría del turismo.

Inclusive ciertos prestadores de servicio que no estaban directamente involucrados en el turismo detectan un beneficio económico gracias a éste, ya que quienes sí se encuentran vinculados buscan y adquieren sus productos de manera local con el fin de satisfacer las necesidades de los turistas, por lo que la derrama económica favorece también a terceras personas. Esta ganancia no es para toda la población y acorde con los resultados de las entrevistas entre más lejos se estuviera del centro y de la carretera menos beneficio había para ellos.

Reflexión 

Finalmente, en algo que coincidían los entrevistados es que no le ven lo “mágico” al pueblo. Mencionan que para ellos aún se requiere trabajo para diversificar las actividades y la oferta turística de la zona. Además, se considera pertinente que sea escuchada la voz de la población, en el sentido que la gestión turística no sea solo para afuera, para atraer más turistas, sino que al mismo tiempo se mire hacia dentro, hacia la comunidad.

Es importante tomar en cuenta que el nombramiento puede ser una puerta para, justamente, trabajar en esos aspectos y, aunque pareciera que no hay magia, hay una área de oportunidad para transmitir y construir la identidad del destino desde una visión integral donde existan actores sociales que busquen no solo el beneficio propio, sino también el apoyo a la comunidad para poder hacer crecer este destino de forma beneficiosa para todos.

Artículo realizado por la estudiante de la Licenciatura en Gestión del Turismo Cultural y Natural de la Universidad Autónoma de Querétaro, Mariana Orozco Vargas.

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