Lacandones, guardianes de la biodiversidad

viviana vasque duque
Viviana Vásquez

Las comunidades indígenas, son apenas el 6% de la población mundial. A pesar de ello, son ellas quienes mantienen los conocimientos ancestrales que hoy son de gran utilidad para hacer frente a los desafíos del cambio climático y la crisis de la biodiversidad. Sus comunidades son ejemplo para las Naciones Unidas en sostenibilidad, autosuficiencia, consumo de recursos y generación de residuos.

El turismo para el cuidado de los territorios ancestrales

En este artículo viajaremos hacia ese México Profundo. Recorreremos la frontera entre México y Guatemala en el estado de Chiapas. Considerada la tierra del saber ancestral, pues su comunidad de Mayas Lacandones, son poseedores de culturas, tradiciones y conocimientos fundamentales para preservar la biodiversidad y cuidar nuestro planeta. Esta comunidad indígena milenaria lleva desde su existencia viviendo en perfecto equilibrio con su entorno. Su estilo de vida y sus conocimientos ancestrales, que se transmiten de generación en generación, son un referente para hacer frente al cambio climático y la crisis de la biodiversidad, haciendo del turismo una estrategia de desarrollo para el cuidado y conservación, pero también para su sustentabilidad.

lacandones custodios de la biodiversidad mexico

Lacandones, protectores de los bosques:

La deforestación y la mala gestión de los recursos llevan décadas poniendo en peligro la salud de la Selva Lacandona, uno de los más importantes pulmones del planeta y el hogar de miles de especies animales y vegetales. Su selva tropical es el hogar de una gran variedad de especies de plantas y animales, algunas de las cuales son endémicas de la región.

La historia de la comunidad inicia con la necesidad de proteger su tierra y su cultura. Como habitantes de la selva, sabían mejor que nadie la importancia de preservar la biodiversidad y de mantener viva su rica historia y tradiciones. Para lograrlo, el turismo tomó una dirección diferente a la mayoría de los destinos turísticos convencionales. En lugar de buscar la masificación de turistas y la construcción de grandes hoteles, la comunidad lacandona optó por un enfoque más sostenible y responsable en el desarrollo turístico.

Los viajeros son recibidos por miembros de la comunidad y pueden aprender sobre su cultura y estilo de vida. Es una práctica común en la región.

En su esfuerzo por conservar su patrimonio cultural y natural, decidieron crear un emprendimiento turístico, llamado Tres Lagunas, una empresa liderada por las comunidades indígenas de la Selva Lacandona que ofrece tours y actividades turísticas. Cabe resaltar que, a través de una estricta gestión del mismo, la comunidad ha logrado preservar su tierra y su cultura, a la vez que promueve el desarrollo económico de su comunidad.

La gobernanza del turismo en la Comunidad Lacandones:

La gobernanza del turismo en Tres Lagunas es liderada por su comunidad, son ellos quienes se encargan de tomar decisiones sobre el desarrollo turístico en la región y aseguran que las políticas se implementen de manera efectiva. La comunidad establece reglas y regulaciones, que incluyen la protección de la biodiversidad, la promoción de viajes sostenibles y la preservación de la cultura y las tradiciones de la comunidad.

La comunidad ha creado un sistema de distribución justa de los beneficios económicos que trae la industria. Los miembros de la comunidad participan activamente como son los guías, los cocineros y los artesanos, lo que les permite generar ingresos y mejorar su calidad de vida. A través del turismo, la comunidad ha logrado transmitir su cultura y su historia a los visitantes. Sus tours permiten a los visitantes conocer la rica historia de la comunidad lacandona, sus tradiciones, sus rituales y su cosmovisión al mismo tiempo que los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la selva, conocer su biodiversidad y aprender sobre la importancia de protegerla.

Para la comunidad lacandona, Tres Lagunas no es solo un emprendimiento turístico, sino una forma de vida. A través del turismo, la comunidad ha logrado proteger su tierra y su cultura, generar ingresos y mejorar su calidad de vida, y al mismo tiempo, transmitir al mundo la riqueza de su patrimonio cultural y natural.

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Tres Lagunas es un ejemplo de cómo este gremio puede ser una herramienta para la conservación cultural y ambiental, y cómo una buena gobernanza liderada por las comunidades indígenas puede ser efectiva y beneficiosa para todos.

El turismo, una oportunidad de resiliencia:

Los Lacandones, habitantes de la selva, saben mejor que nadie la importancia de preservar la biodiversidad y de mantener viva su rica historia y tradiciones. El turismo no solo ofrece una experiencia única para los visitantes, sino que también es beneficioso para la comunidad. Los ingresos que vienen del sector son compartidos equitativamente entre sus miembros, lo que ayuda a mejorar sus condiciones de vida y a mantener su cultura y tradiciones. Al involucrar a la comunidad en la industria, se ha creado un sentido de responsabilidad y propiedad sobre la selva, lo que ha llevado a una mayor conciencia sobre la necesidad de su conservación.

La comunidad, también ha implementado medidas para reducir el impacto ambiental. En lugar de construir grandes estructuras para los visitantes, las comunidades ofrecen alojamiento en cabañas y tiendas de campaña, y los servicios se brindan de manera respetuosa con el medio ambiente. Además, se han establecido reglas para el acceso a la selva, con el fin de reducir el impacto de la actividad humana en la región.

La importancia de la comunidad lacandona en la conservación de la selva lacandona es innegable. Su enfoque sostenible y responsable en el turismo ha demostrado que la conservación de la naturaleza y el desarrollo económico pueden coexistir. Son ellos, quienes han logrado preservar su cultura y tradiciones, lo que la convierte en un ejemplo a seguir para otras comunidades indígenas en todo el mundo.

El éxito de su emprendimiento Tres Lagunas no ha sido casualidad, sino resultado del esfuerzo y dedicación de la comunidad que junto con el apoyo y financiación de organizaciones como Fundación Azteca, Sustentur, Elektra México, Aerómexico y por supuesto La Mano del Mono, han logrado fortalecer las capacidades de las comunidades locales en el marco del turismo de naturaleza a través de la metodología Market Ready, un programa que trabaja por el bienestar de destinos de naturaleza y de sus comunidades que le dan vida y cultura, elevando el potencial de negocio e impacto de empresas de turismo de aventura y experiencial para conectarlas con certidumbre a mercados locales y globales.

Escucha testimonio de Tres Lagunas: