Mujeres en la Cima

mujeres en la cima
Rebeca Mejía Vázquez
Rebeca Mejía Vázquez

El papel que tienen las mujeres en los diferentes ámbitos de la sociedad cada vez es más visible; es en estos espacios donde se impulsa la disminución de brechas de género y se fortalece el empoderamiento femenino, así como la participación de ellas en puestos de liderazgo. En ese contexto, el montañismo no es ajeno a esta situación; así que en esta ocasión se comparte en este artículo parte de la experiencia en el alpinismo de tres mujeres mexicanas: Isis Diaz, Miryam Barcenas y Sara Olaya.

Al respecto, Isis hace una distinción entre senderismo y montañismo (en los Alpes se conoce como alpinismo y en los Andes como andinismo): 

Técnicamente el montañismo tiene que ver con la ascensión a elevaciones o montañas, pero donde haya glaciares, mientras que el senderismo pues es discurrir por otro terreno que no necesariamente sea una altitud significativa. Claro, lo de los glaciares ahora con el cambio climático debe de ser revisado porque montañas o espacios en los que hace 40 o 50 años había glaciares pues hoy en día ya no los hay.

Un acercamiento a su incursión en la actividad

En este contexto, el cómo iniciaron en el montañismo se debió a su interés por conocer el tipo de espacios y paisajes que se admiraban en las rutas, por lo que comenzaron primero con actividades de senderismo; participaron con un grupo o con una persona quien las guió en su primera salida; a partir de ahí continuaron con la actividad y se fueron preparando para subir de nivel en cuanto al tipo de senderos y posteriormente de montañas. 

mujeres en la cima

Las tres comparten el gusto por “trepar cerros” y conectar con la naturaleza. En el caso de Miryam ser “trepacerros” le salvó la vida y la cambió completamente; Sara disfruta de la tranquilidad y es una forma de desconectarse de la cotidianidad, de hacer actividad física y abonar a su salud; Isis menciona que también es un factor de aprendizaje, te lleva a entender cómo es el espacio donde vives y el que visitas, te da sensibilización medioambiental.

Aunado a lo anterior, el coincidir con personas no solo permite aprender sobre cómo ser montañista, también se comparte acerca de aspectos personales y profesionales. Adicionalmente, otras mujeres montañistas han sido referencia para ellas, tal como lo externa Sara, aunque ella es de complexión delgada y a veces se le dificulta cargar con mochilas pesadas, al ver que otras mujeres con ese mismo aspecto físico lo pueden hacer se convierte en un motivante para que ella continúe preparándose. 

Respecto a sus cimas favoritas, la primera que hicieron juega un papel significativo: de Miryam fue el Nevado de Toluca y para Sara fue el Monte Tláloc. Isis escogió el Iztaccihuatl porque le gusta mucho la formación de esa montaña, incluso aunque no hagas todo el recorrido. Asimismo, le agradan los espacios con nieve y aquellos que transcurren un poco más alejados de las poblaciones humanas. En la selección de sus preferidas también están presentes factores como la experiencia, lo que representó para ellas enfrentarse a su mente y el cansancio físico, así como la cima, la cual, en ocasiones, estuvo acompañada de un amanecer o un atardecer. 

Las mujeres en el montañismo

Por otra parte, el papel que tienen ahora las mujeres en el senderismo y especialmente en el montañismo se identifica en dos aspectos: por una parte aquellas que realizan la actividad o son turistas y por otra quienes ejercen el papel de guías o tienen su propia empresa.

Actualmente somos mayoría en las rutas, lo que es gratificante que cada vez seamos más y se cree una comunidad donde exista equidad. En mi grupo somos tres mujeres administradoras y un hombre, mi objetivo sigue siendo incluir a más mujeres en esto y logren encontrar un lugar seguro (Miryam)

He coincidido con muchas mujeres que están bien preparadas, llevan años (desde niñas) haciendo esta actividad y tienen muy buena condición física […], he tenido guías mujeres y se nota que son muy resistentes y muy fuertes (Sara).

mujeres en la cima

Referente a la participación de las mujeres como líderes, Miryam, además de practicar esta actividad, también administra el grupo de senderismo “Cabras de la montaña”, el cual lo inició con un amigo a quien le apasiona tanto este mundo como a ella. Dentro del objetivo del grupo está el formar una comunidad con el mismo amor por la naturaleza y con el objetivo de volverse más fuertes y así cada quien pueda lograr sus objetivos.

En la vertiente de guías como en la de empresariado son espacios donde hay más hombres en el montañismo […] pero yo creo que la participación [en el senderismo] no está tan desequilibrada (Isis).

Con respecto a los obstáculos que han enfrentado al practicar esta actividad Miryam refirió que comenzó sin conocimientos sobre el tema y eso representó en algún momento arriesgar su vida sin saberlo por lo que ahora que es líder de grupo comparte su experiencia y trabaja para que las salidas sean lo más seguras posibles, además de reconocer la importancia de seguir preparándose y capacitándose. Por otra parte, en el caso de las mujeres se debe considerar el tema del periodo, ya que a veces llega a influir o dificultar el ascenso; sobre este aspecto Sara externa la importancia de compartir las experiencias entre mujeres para adquirir tips sobre qué hacer en ese tipo de situaciones. Hay que seguir firmes con nuestros objetivos y de ser posible ayudando a otras mujeres durante el camino (Miryam)

Ejemplos de sororidad en el montañismo 

Es relevante seguir visibilizando la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos donde tienen presencia. Por ejemplo, Isis señala que en la vertiente académica se ha estudiado el papel de la mujer en el montañismo y sobre el tratamiento de la maternidad en montañistas que se dedican a subir ochomiles en plan deportivo, así como las situaciones que enfrentan en cuanto a restricciones socioculturales y el acercamiento a la montaña desde perspectivas étnicas. 

Con base en lo anterior, hay casos de grupos de mujeres que trabajan desde esa perspectiva y desde una hermandad entre ellas, lo que se conoce como sororidad. Por ejemplo, “Las cholitas escaladoras de Bolivia”, mujeres aymaras que demuestran que estar en la cima es más que solo llegar a la parte más alta, es también deconstruir estereotipos y roles, así como fortalecer su identidad y cultura. 

Existen otros grupos como “Brujas a la cima” en México, donde se generan espacios para compartir senderos y al mismo tiempo para visibilizar, reconocerse y, sobre todo es a través de un acompañamiento mutuo, entre mujeres, como se logran los objetivos individuales y de grupo en torno a la actividad de senderismo y montañismo. 

El montañismo desde una mirada responsable

Por otra parte, el alpinismo no solo debe ser una escapada que está en tendencia para conectar con la naturaleza y capturar momentos instagrameables, también se debe accionar con responsabilidad, ser visitantes, senderistas y montañistas conscientes, tal como lo comenta Sara, a quien le ha tocado ver que los sitios comienzan a saturarse o las personas no van con el equipo adecuado, lo cual incrementa la posibilidad de accidentes.

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Miryam señala que además de conectar con la naturaleza también se debe cuidar de ella al no tirar la basura (orgánica e inorgánica). De igual forma, Isis invita a que exista regulación sobre la actividad y en el caso del montañismo es importante tener una preparación (técnica, de equipo, física y emocional).

Es relevante considerar que el montañismo es más que una actividad turística, por lo que se exhorta a que se tomen las precauciones necesarias, se capacite, prepare e informe antes de incursionar en el alpinismo; se invita a iniciar con rutas principiantes y poco a poco avanzar a otros niveles. Recordemos que hacer cumbre también implica regresar a casa. 

*Docente de la Universidad Autónoma de Querétaro, Campus Tequisquiapan